12 abril 2007

Zip, Zip... ¡Hurra!

Comprimir archivos para que ocupen menos y descomprimir archivos comprimidos para poder usarlos es una de las operaciones nuestras de cada día. Es una operación tan frecuente y necesaria que casi todo usuario con un mínimo de experiencia ha oído hablar de la compresión digital, sabe qué es un compresor, conoce algunos formatos de compresión y, sobre todo, está familiarizado con el más popular de todos ellos: el formato de compresión ZIP.

Tan popular ha llegado a ser este último que Windows XP ya incluía algún soporte nativo para la compresión y descompresión en este formato. Pero la funcionalidad que este nos brinda es tan básica que sigue siendo conveniente el uso de algún programa que nos ayude a trabajar con ficheros comprimidos. Sí, pero... ¿cuál?

Si estás frente a un Windows en el que todavía no tienes instalado ningún programa que te permita manejar (cómodamente) los ficheros .zip, probablemente te decidirás por ponerte el WinZip: hace mucho mucho tiempo que este es el programa más popular para esto. Vete a su web y descárgatelo. Como verás, WinZip NO es gratis pero te ofrecen una versión de prueba completamente funcional. Lo siguiente que te toca es decidir: pagar o no pagar.

Si te decides por pagar, tendrás un buen programa que funciona muy bien, totalmente legal, con todos tus derechos como usuario, y el correspondiente afecto y agradecimiento de los que viven de esto y de los que dependen económicamente de ellos. (Esto cuesta dinero, sí.)

Si te decides por no pagar, podrás escoger entre tres caminos: el bueno, el feo y el malo.

El camino feo, también llamado camino de en medio, consiste en instalar la versión de evaluación y soportar con estoica paciencia todas las peticiones del programa para que te compres la versión de pago. Acabado el periodo de prueba, deberás desinstalarla y volverla a instalar para disfrutar de un nuevo periodo de prueba. Hasta el momento, la estrategia de la casa es la de "venta por agotamiento": no te ponen demasiados impedimentos para que uses el programa pero te piden te piden te piden te piden que compres. Si eres capaz de resistirlo...

El camino malo consiste en conseguir una versión totalmente funcional y sin molestias mediante la aplicación de un crack. Bajarse un crack para el WinZip y hacer doble clic para instalarlo supone un reto intelectual de una dificultad semejante a la de ir a buscar un pañuelo y limpiarte con él las narices. Pero, aunque feo está lo de pedir, más feo está lo de robar. Y yo no puedo, para casos como este, recomendarte este camino; pues, además, como todo el mundo sabe, cada vez que se aplica un crack, en el mundo muere un gatito...


¡Pobre gatito!

El camino bueno (¡por fin!) consiste en usar una alternativa gratuita a WinZip. Voy a recomendarte dos de ellas: 7-Zip y ZipGenius.

7-Zip es una alternativa opensource al WinZip. Puedes descargarlo gratuitamente de su página web: www.7-zip.org. Siempre es recomendable leer la licencia bajo la que se distribuye cada programa; pero, si vas a hacer un uso "normal" del programa, te bastará saber que puedes usar 7-Zip en cualquier equipo, incluso con carácter comercial, sin tener para ello que registrarte ni pagar.

7-Zip funciona perfectamente y, además, aporta todas las ventajas del opensource; peeeeero he de advertirte que no sería del todo extraño que le acabases encontrando alguna carencia en cuanto a formatos soportados o funcionalidades. Así que, si no eres un fanático del opensource, te recomendaría que probases también ZipGenius, que es una alternativa gratuita que cubre todas las necesidades del usuario típico.

ZipGenius no es opensource sino freeware, pero los señores de la Softpedia dicen que el programa está 100% limpio y yo tampoco he visto nunca propaganda ni cositas feas en este programa. Si te decides a probarlo, lo podrás encontrar en su propia página web www.zipgenius.it, en la propia Softpedia o en cualquiera de los típicos sitios de descargas de freeware.

ZipGenius ofrece una interfaz y una integración con el sistema muy similar a la de WinZip. Desde que me lo instalé no he echado de menos ningún otro programa de compresión de archivos: la versión standard ha cubierto de sobras todas mis necesidades "de típico usuario". Además, me he sentido aliviado, dichoso y feliz por no tener que declinar con amabilidad y paciencia infinita las constantes invitaciones de WinZip a pasar por caja. Y es que, sí, yo soy de esos a los que no les gusta matar gatitos...