10 julio 2007

El Mimomatic (Windows Scripting)

Si sabes lo que es un script de Windows, no pierdas el tiempo leyendo este artículo. Si no, sigue estos pasos:

  • Crea un nuevo archivo de texto (.txt).
  • En este archivo, escribe exactamente esto: WScript.Echo "MUAC"
  • Cierra el archivo y renómbralo a mimomatic.vbs. (La extensión es fundamental: ¡debes cambiarla de txt a vbs!)

Bueno, pues ya está: hemos creado nuestro primer Mimomatic, un dispensador automático de besitos para cuando estemos faltos de cariño. Solo tienes que hacer doble clic sobre él (i.e. ejecutarlo).

¡Cuando ya tengáis vuestras carencias afectivas cubiertas u os canséis de enredar con el juguetito, seguid leyendo el artículo!

Lo del Mimomatic es una chorradilla, pero lo de los scripts de Windows no es ninguna tontería. Al contrario, es algo bastante importante, para bien y para mal: tiene su lado bueno, su lado feo y su lado malo. (Esto me quiere sonar de algo.)

El lado bueno es que lo que has hecho al crear el Mimomatic ha sido crear un archivo que, al ser ejecutado, ha hecho lo que tú le habías dicho que hiciese: en este caso, sacar una cajita que pone "MUAC". Valiente tontería, sí, pero le podías haber dicho que hiciese más cosas y bastante más interesantes: crear, eliminar, modificar o comprobar la existencia de ficheros o carpetas, leer y escribir datos de ficheros de configuración o del registro de Windows, conectar o desconectar unidades de red, enviar un correo electrónico, crear una carta en Word, ejecutar el comando que quieras, y un etcétera tan largo que da miedo. En definitiva, esto de los scripts de Windows te abre las puertas de la automatización de las tareas repetitivas, lo cual es más que interesante si tienes cualquier cosa que hacer muchas veces o en muchos equipos. Tú solo tienes que escribir una vez el guión y, a partir de entonces, para repetir la tarea rápidamente y sin olvidos ni errores bastará un doble clic sobre el script (o ni eso, si programas la tarea).

El lado feo es que tienes que saber cómo se codifica eso que tú quieres que el cacharrín haga. Y esto, claro, tira bastante para atrás al que va a ponerse por primera vez con ello. Además, es cierto que, para la mayor parte de las necesidades de un "usuario típico", esto sería matar moscas a cañonazos. Es por esto que solo echan mano de los scripts los administradores, la gente de sistemas o de pruebas y otros frikis. Si eres de alguno de estos y te animas a intentarlo, puedes comenzar a leer por la página de los padres de la criatura: la página de tecnologías de script de Microsoft.

Pero el lado malo de que un script haga cosas viene cuando el script hace cosas que tú no quieres que haga: típicamente porque el script no es tuyo sino de un señor muy malo muy malo, y porque o bien tu programa de correo o tu navegador lo ejecutan sin tu permiso explícito, o bien tú mismo lo has ejecutado (¡Es tan fácil el doble clic!). Antes bastaba con tener cuidado con los .bat, .com, .exe y poco más. Ahora, gracias a estas viejas novedades (desde w98 viene este equipamiento de serie) de Windows, hay que ser mucho mucho mucho más cauto. ¿Cuáles son los archivos más peligrosos? Échale un vistazo a tu variable de entorno PATHEXT. Esta es la variable que el sistema operativo (NT, 2000, XP y Vista) utiliza para resolver nombres de programas cuando no se ha especificado su extensión. Es decir, que las extensiones que allí encuentres (probablemente algo así como: .COM;.EXE;.BAT;.CMD;.VBS;.VBE;.JS;.JSE;.WSF;.WSH) corresponden a archivos directamente ejecutables. Y la lista, por supuesto, no termina aquí. Así que no nos queda otra que seguir la regla básica: si no conoces qué es y el origen no es fiable al 100%, no lo abras.

¿Ejecutaste el Mimomatic? ¡Mal hecho! ;-)

02 julio 2007

El nombre de la cosa

Si algo tengo claro de los entornos gráficos es que los entornos gráficos sirven para mostrar gráficamente cuándo un usuario está perdido y no sabe ni por dónde se anda.

A dicha prueba es a la que yo llamo "el baile del colibrí", en referencia al movimiento que con el ratón dibuja el usuario que busca pero no encuentra.

Esta misma mañana, durante unas pruebas de selección en las que se estaban valorando las aptitudes informáticas de los candidatos, uno de ellos va y me pregunta:
- Disculpe... es que... no puedo abrir Word: no lo encuentro.

Lo malo es que esta "anécdota" es demasiado corriente. Lo malo es que los usuarios menos duchos se empecinan en manejar el ratón como si fuese más bien un colibrí, y lo llevan dando vueltecitas de menú en menú, por aquí y por allá, tratando de encontrar aquello que buscan. Lo malo es que nadie les enseña, o que ellos no aprenden, cómo no perder un minuto y medio en hacer algo que cuesta 3 segundos. ¡Con lo sencillo que resulta llamar a las cosas por su nombre!

  • ¡Con lo sencillo que resulta pulsar <Windows+R>, escribir winword y pulsar enter para abrir Word!
  • ¡Con lo sencillo que resulta pulsar <Windows+R>, escribir excel y pulsar enter para abrir Excel!
  • ¡Con lo sencillo que resulta pulsar <Windows+R>, escribir explorer y pulsar enter para abrir el explorador de Windows! (<Windows+E>)
  • ¡Con lo sencillo que resulta pulsar <Windows+R>, escribir iexplore y pulsar enter para abrir el Internet Explorer!
  • ¡Con lo sencillo que resulta pulsar <Windows+R>, escribir notepad y pulsar enter para abrir el bloc de notas!
  • ¡Con lo sencillo que resulta pulsar <Windows+R>, escribir calc y pulsar enter para abrir la calculadora!
  • ¡Con lo sencillo que resulta pulsar <Windows+R>, escribir cmd y pulsar enter para abrir la consola de comandos!
  • ¡Con lo sencillo que resulta pulsar <Windows+R> y escribir...!

Me aburro a mí mismo de decirlo, pero voy a decirlo una vez más... Una de las mayores utilidades del ratón es que te permite distinguir a vista de pájaro un usuario experto en ofimática de un principiante: mientras éste apenas suelta el ratón, aquél apenas lo coge; y, consecuentemente, mientras éste trabaja con lentitud, aquél lo hace con eficiencia.