29 diciembre 2005

APAGA Y VÁMONOS

Imaginaos por un momento en la tienda, frente al vendedor de Micro$oft. Llega el momento de pagar. Entonces es cuando él te pregunta eso de:
¿Qué desea hacer ahora?

  • Pagar

  • Saldar su deuda

  • Abonar la cuenta


Y entonces es cuando tú te preguntas eso de:
¿Cuál ******* será la ******* diferencia?

Pues más o menos así es como te puedes sentir cuando, tras decidir juiciosamente "salir de güindous" y dar la orden correspondiente, el sistema te responde con un:
¿Qué desea que haga el equipo?

  • Cerrar sesión

  • Apagar

  • Reiniciar

  • Suspender

  • Hibernar


Así que, para evitarte la desazón de tener que elegir descartando opciones que no sabes muy bien qué significan, vamos a explicar brevemente qué hacen cada una de ellas.

Cerrar sesión es la que empleas en un equipo compartido por varios usuarios para cambiar de uno a otro. Ni el hardware ni el SO abandonan el reino de los vivos: sólo lo harán "tus programas".

Apagar es lo que su propio nombre indica: apaga tanto el SO como el hardware. ¿Cuál es la diferencia entre apagar de este modo y apagar dándole al botón o quitando el cable de la alimentación? Pues más o menos como entre tragar masticando o sin masticar: De los dos modos parece conseguirse el mismo resultado, pero el primero es más sano y te evitas los posibles problemas que te puedan aparecer con el segundo. Si te decides por el segundo por que te gustan los deportes de aventura o por que odias perder el tiempo saliendo controladamente del sistema asegúrate, al menos, de que el dueño o responsable del equipo (caso de no ser tú) no está armado o no se encuentra cerca o jamás podrá identificarte.

Reiniciar es un apagar seguido de un encender. ¡Qué te voy a contar yo a ti que tú no sepas ya del reiniciar! Es la madre de todas las curas en informática. ¿Qué hace el personal computés cuando algo no marcha bien? ¡Bingo! Reiniciando se apaga tanto el SO como el hardware y, a continuación, se vuelven a poner en marcha. Pero, ¿se apaga todo del todo del todo del todo? No, lo cierto es que no: las cositas no se apagan todas total e incondicionalmente. Pero, bueno, salvo casos muy muy muy especiales... pensaremos que sí.

Suspender es uno de esos apañetes modernos para eso de ahorrar energía: se apaga parte del hardware. Algo en concreto que queda encendido y bien encendido es la alimentación de la memoria RAM: allí es donde continúan tus datos, tan "en el aire" como lo estarían con el ordenador en su estado normal. Es decir, que güindous conserva toda su potencia de pérdida de TU trabajo cuando el ordenador entra en este estado.
En este estado se puede entrar de dos maneras: de modo manual (cuando tú lo ordenas) o de modo automático (cuando el sistema detecta que ha estado un cierto tiempo inactivo). Algunos rizan el rizo y llaman stand by a este estado cuando se activa de modo automático. Por lo que a mí respecta, stand by es suspender sin traducir; pero como estas cosas pueden configurarse en varios sitios, es posible que te encuentres ambos términos en una misma máquina.

Hibernar es el otro apañete para el ahorro de energía. En este caso, se apaga todo el hardware; peeeero antes el sistema hace un volcado de la RAM al disco duro, de tal modo que, cuando el sistema vuelva a la vida, todo estará como lo dejaste justito justito antes de comenzar la hibernación: se restaurarán todas tus aplicaciones al mismísimo estado en que se encontraban. ¿Sin pérdida de datos? Pues sí o, al menos, esa es la idea. Pero aquí es perentorio decir que nada te garantiza que todo tu hardware soporte la hibernación; es más: puede que tu ordenador no soporte la hibernación en absoluto. O puede que tu ordenador parezca haberse despertado completamente tras una hibernación pero que algunos de tus periféricos no lo hayan hecho, por ejemplo. Es decir, que yo no te recomiendo que hagas la primera prueba cuando tengas en memoria (sin guardar) esos datos que por nada del mundo quisieras perder.
De todos modos, si tu ordenador soporta bien la hibernación, este es un método fantástico para ahorrar energía cuando vayas a hacer una pausa larga: gastará menos que con la suspensión y ahorrarás tiempo al volver a la vida.

18 noviembre 2005

GOOGLE: BUSCANDO CONOS

Atención, ejercicio: Piensa en conos...

...

(unos segundos para que pienses en conos...)

...

Bien, dependiendo de tu profesión, aficiones, gustos personales y otros etcéteras, habrás pensando en señalización vial, figuras geométricas, helados... Pero, ¿en qué piensa Google cuando simplemente le pides "conos"?

Google, por defecto, no distingue los acentos diacríticos, las diéresis ni la letra ñ. Así que escribe “conos” y dale a buscar. ¡Ups! Creo que de nuevo hemos obtenido unos resultados inesperados y algo cochinos, ¿no?
Para este caso tenemos la ya conocida solución de eliminar las páginas que no nos interesan (supongamos que NO nos interesan) excluyéndolas del resultado:
conos -sexo
Pero esto no evitará que se nos cuelen las páginas que hablen de un canon cuando andamos buscando las que hablen de un cañón o las de Ivan entre las de Iván, que son señores distintos: el uno de Moscú y el otro de Valladolid. Y si andamos bien de inglés, no nos importará que se mezclen las de Iran con las de Irán, pero... casi mejor si le pudiéramos decir que distinguiese estos casos, ¿no? Porque, si no, podemos tener mucho trabajo extra eliminando basura de los resultados de nuestras búsquedas. ¡Pues veamos cómo!

Si queremos que la búsqueda distinga estos caracteres, antepondremos un signo + ante la palabrita que los contenga, sin dejar espacio entre el signo y la palabra. Así,
+conos
producirá, ahora sí, los resultados que andábamos buscando.

Eso sí: si distinguimos las palabras acentuadas de las que no, podemos perdernos las páginas con faltas de ortografía. Pero, al menos, ahora somos nosotros quienes tienen la sartén por el mango.

Este truquito nos servirá también para decirle a Google que incluya esas palabras que él automáticamente descarta por ser muy comunes.

Supongamos que queremos usar aquella expresión tan conocida de "entre nosedonde y Valdemoro" pero nuestra memoria nos está jugando una mala pasada. No hay problema: nuestro amigo Google está aquí dispuesto a echarnos una mano. Así que felices y confiados escribimos esta consulta:
entre y Valdemoro

¡Vaya, hombre! Hay favores que...

Resulta que Google ha eliminado las palabras entre e y de la consulta por ser demasiado comunes, dejándonos con un sinfín de páginas que citan Valdemoro entre las que buscar nuestra ansiada expresión.

Nada, nada... Como buenos terminators que somos, seguiremos diciendo aquello de no hay problema. Como hemos dicho antes, para decirle a Google que no excluya un término de la consulta, escribiremos delante de él un signo más. Así, la consulta
+entre +y Valdemoro
producirá el resultado esperado.

(Sssssssht... pronto os contaré una solución más elegante a este problema...)



Nota.- Ya hemos dicho en otras ocasiones que Google evoluciona. Pues bien, antes, cuando eliminaba palabras de las búsquedas (por ser demasiado frecuentes), te avisaba. ¡Ahora no! (sigh)
El comportamiento actual es que entre e y NO son eliminadas si la búsqueda la haces en www.google.com (en inglés entre e y no son palabras comunes), pero sí lo son si la búsqueda la haces en www.google.es. ¿Quién sabe cuál será el comportamiento en el futuro? (sigh)
Pues eso, que-lo-se-pas, Lucas.

16 noviembre 2005

¡IDENTIFÍCATE, OH DENADOR MÍO!

Aquí está... mi nuevo ordenata... un auténtico maquinón... diosssss, qué majo quésssss... Un Intel Minatol a barbaridad de hercios, ahí es ná.
Pero... turunnn... una duda me asalta... turunnn, turunnn... ¿será auténtico?... turunnn turunnn turunnn... el de la tienda un poco joputa sí que parecía, sí... turunnn turunnn turunnn turunnn... ¿me habrá metido gato por liebre?... turunnn turunnn turunnn turunnn turunnn... y como yo desto nontiendo...

Buiiino, tranquilidáaa, tranquilidá. ¿Estás leyendo cosillas de CPUs, cachés, placas madres o memorias y te preguntas qué tendras tú en tu cacharro? Para estos casos y otros muchos, el propio sistema operativo te proporciona varias utilidades que dan bastante información. Cuando estos se quedan cortos, el profesional computés puede tener que recurrir a programas de pago que te digan todo-todo. Pero en esta ocasión vamos a recomendaros que le echeis un vistazo a un programita llamado CPU-Z.

Lo podéis descargar de:
www.cpuid.org/cpuz.php
Hoy por hoy, las informáticas adelantan que es una barbaridad; así que es recomendable que os descarguéis versiones recientes para mirar ordenadores nuevos, lo-gi-ca-men-te, ¿no?

De este programilla solo puedo decir cosas buenas...
Mantenimiento: muy bueno (lo actualizan con frecuencia)
Funcionamiento: muy bueno
Documentación: buena
Instalación: inmejorable (no necesita)
Y, claro, es GRATIS; y, como se dice en los mundos de la internés: lo bueno, si gratis, 10 veces bueno.

Recomendable para todos. Imprescindible para el manitas y para el entendidillo.

15 noviembre 2005

EXPLORER CONTRA EXPLORER

Cuando te dicen eso de "abre el explorer", uno nunca sabe si te están pidiendo que te metas en internet o si te van a pedir que busques un cierto archivo; así que unos pinchamos en la gran 'e' azul y otros en la carpetilla esa con la lupa. Luego nos dicen eso de "eseeee nooooo, el ooootro" y tú piensas lo que te piensas. Pero, ¿son tan distintos el uno del otro?

Hubo un tiempo en que sí eran distinta cosa. Por una parte, estaba el Windows Explorer, el de la carpetilla con la lupa, que era el que te venía con el sistema operativo. Por otra parte, estaba el Micro$oft Internet Explorer, el de la gran 'e' azul, que, cuando empezábamos a intentar entrar en aquella cosa llamada Internet, nos lo teníamos que conseguir e instalarlo en el ordenador.

Hoy las cosas han cambiado. Hoy en día (desde hace muchos años, en realidad) ambos comparten el mismo motor, y se puede afirmar que ambos son la misma herramienta pero con interfaces distintos. ¿No me crees? ¿Nunca te has fijado en las similitudes entre los menúes de ambas (favoritos...)? Prueba a escribir una dirección de internet en el Windows Explorer. Observa como puedes navegar tan ricamente, y observa los cambios que se han producido en las barras de menúes y de herramientas. Prueba a escribir una ruta a alguna de tus carpetas en el Internet Explorer. ¿Nos hemos convencido ya?

Así que, a partir de ahora, si alguien te dice lo de "eseeee nooooo, el ooootro", pues vas tú y le repites todo este rollo, ¿vale? O también le puedes decir aquello de "si hay que abrir el otro, se abre; pero abrir por abrir es tontería". Y tú, mientras, a trabajar con el que más te guste: a ver si alguien encuentra algo que puedas hacer con uno que no puedas hacer con el otro.

Hasta aquí en cuanto al punto de vista del usuario; pero para el sistema operativo son dos procesos distintos: el del Windows Explorer, llamado 'explorer', y el del Internet Explorer, llamado 'iexplore'. Los puedes ver sacando el administrador de tareas (Ctrl+Alt+Supr), y los puedes manejar como cualquier otro proceso; aunque el 'explorer' es un proceso bastante especial, claro. ¿Te ha ocurrido alguna vez que al arrancar el ordenador se te queda el escritorio más solitario que un petit suisse sin los otros cinco? Es decir, sin un iconillo ni medio, ni rastro alguno de sitio donde hacer clic o cosa alguna para poder operar con el ordenador. O bien sí que te aparecen los iconillos, pero el cursor del ratón se te queda con el típico reloj de arena, la barra de inicio está inaccesible, y no hay manera de que el sistema te responda. Es una situación bastante desagradable si no sabes qué hacer, la verdad. Esto ocurre cuando el 'explorer' se queda frito en pleno arranque. ¿Qué hacer? Afortunadamente tienes una solución muy sencilla que probablemente acabará con el problema:
1.- Abre el administrador de tareas (Ctrl+Alt+Supr).
2.- Acaba sin piedad con el 'explorer' (finalizar tarea).
3.- Rey muerto... Lánzalo otra vez desde el menú archivo, nueva tarea... (explorer).

Y ya está. Dicen las malas lenguas que el mismo mismo mismo truquillo sirve para no tener que reiniciar el ordenador tras las típicas instalaciones de programillas que te piden que lo reinicies. Dicen que si acabas de instalar exclusivamente software (¡no hardware!) basta con que hagas eso (matar y volver a lanzar el explorer) para ahorrarte el reinicio.

09 noviembre 2005

BUSCAR CONEJITOS EN GOOGLE

Si no lo has probado ya, escribe "conejitos" y pulsa Enter. ¿Resultado? Pues un resultado bastante satisfactorio cuando los conejitos los estoy buscando para mí; pero un resultado bastante penoso cuando lo que estoy buscando son dibujos de conejitos, cuentos de conejitos, canciones de conejitos o ideas para la fiesta de conejitos de mi sobrina pequeña.

Google evoluciona (¡evoluciona!), y ya lleva tiempo intentando adivinar nuestros pensamientos. Por ejemplo, tras esta consulta, antes te lanzaba aquel desafortunado aviso de...
Usted quiso decir: "coños"
Ahora, más prudente y educadamente, se limita a mostrarte todos los conejitos que encuentra: tanto los que te interesan como los que no. Así que mientras tanto... ¡tendremos que ayudarle! Veamos cómo.

Supongamos que queremos buscar información sobre la jaqueca. Pero resulta que jaqueca y migraña son lo mismo. ¿Buscamos "jaqueca", "migraña" o ambas?
A la consulta
jaqueca migraña
Google nos responderá con todas las páginas que contengan tanto jaqueca como migraña. De hecho, esta consulta es equivalente a escribir
jaqueca AND migraña
Para que Google nos muestre tanto las páginas que hablen de la "migraña" como de la "jaqueca" lo que deberemos escribir es
jaqueca OR migraña
Para buscar el tratamiento de la jaqueca, Google nos permite agrupar estas expresiones lógicas mediante el uso de paréntesis, así que escribiremos
tratamiento AND (jaqueca OR migraña)
Y para eliminar del resultado las páginas que hablen de lo que no nos interesa, antepondremos a la palabra un signo menos. Así, para resolver nuestro problema con los conejitos ofensivos, escribiremos
conejitos -sexo
O, mejor aún,
conejitos -sexo -porno
Y... ¡se acabó lo bueno, amigos!

PITUDEFEANDO

¿Vas a enviar un documento de Word por email? ¿Es un documento importante, cuya apariencia has cuidado con mimo hasta el más mínimo detalle? ¿Tu Currículum Vitae? ¿Una oferta para un importante cliente?

¿Y has pensado en incrustar las fuentes en el documento? ¿Ya sabes cómo maneja Word los estilos y qué puede ocurrir cuando el destinatario abra el documento en su computadora? ¿Los estilos se guardan en el documento, en la plantilla del documento o en ambos? ¿Qué ocurre cuando faltan o hay conflictos? ¿Es mejor usar la plantilla normal o una propia? ¿Qué ocurre cuando el destinatario no tiene la misma plantilla que nosotros? ¿Qué ocurre con estilos del mismo nombre en nuestro documento y en la plantilla del destinatario?

Si no sabes responder a estas preguntas, has de ser muy consciente de que tus esfuerzos por embellecer el documento pueden convertirse en una colección de horrores en cuanto el destinatario abra el documento.

La ignorancia es atrevida y muchas veces habrás oido que Word es un programa simple, sencillo o fácil. Es mentira. Word es un programa complejo (para bien y para mal). Y los problemas suelen aparecer en cuanto el usuario novel comienza a hacer sus primeros pinitos y, sin un conocimiento profundo de lo que está haciendo, empieza a utilizar herramientas "avanzadas". Pero el problema no sólo está con los documentos de Word: nada te garantiza que un documento que escribes con un programa no vaya a ser abierto por el destinatario de algún modo que modifique su aspecto. O puede ocurrir que a ti te interese que el destinatario no pueda modificar, ni involuntaria ni voluntariamente tampoco, el documento.

En estos casos en los que vayas a publicar un documento que consideres finalizado y sobre el que no quieras que se realicen (voluntaria o involuntariamente) cambios, es una buena idea transformarlo en "pdf". El pdf es un formato muy popular. Para leer estos ficheros se necesita el Acrobat Reader, un programa gratuito de Adobe que puedes descargarte por internet, si es que aún no lo tienes.

Para crear nuestros "pedeefes" necesitaremos también un programilla que lo haga. ¡Manos a la obra! Recurriremos, para variar, a nuestro amigo Google. Y como no andamos muy sobraos de pasta (y si no, dame aaarrgo), buscaremos algo así como "pdf freeware". Y... ¡haaaala, estosjauja, cientilamadre programillas encontrados! Aquí no hay más que elegir uno cualquiera y yastá - te dirás tú, sensatamente. Pero, cuidadín - te diré yo, avisándote de lo que te espera...

La mayoría de estos programas son de pago. Muchos de ellos tienen versiones que se ofrecen gratuitamente, pero que no son versiones tan buenas o tan gratuitas como prometen ser. Muchas de ellas son versiones directamente "descuidadas", por usar un término generoso. Otras son una maravilla... los primeros días: pasado algún tiempo, empiezan a pedirte tus datos para mandarlos diosabedonde-diosabepaqué antes de dejarte seguir usando el programa.

Así que si te gusta el pirateo o la aventura, adelante con los faroles. Pero si no, voy a proponerte que pruebes el PDFCreator.

PDFCreator es un programa de código abierto que crea pedeefes a partir de cualquier otro programa que cree documentos (de cualquier tipo) para imprimir en güindous. Una vez instalado funciona como una impresora más. Para bajártelo, vete directamente a
http://sourceforge.net/projects/pdfcreator

Allí encontrarás tres cosas para bajarte, a saber:
· Language files
· PDFCreator (la última buena/estable)
· Release Candidates (para los optimistas o los intrépidos)

Te recomiendo que te bajes la última versión buena/estable. Instálatelo.

Si no te gusta el inglés, bájate el spanish.ini (o el catalan.ini o el traditional_chinese.ini o el que te apetezca).
Una vez instalado el programa, copia este fichero en la carpeta 'languages' que encontrarás en la carpeta en la que lo hayas instalado. Lanza el programa y te aparecerá en el menú 'Language'. Lo seleccionas y yastá.

Ahora ya puedes crear tus pedeefes fácil fácil fácil:
Paso 1.- Escribe tu documento en tu procesador de textos favorito.
Paso 2.- Una vez finalizado, no tienes mas que imprimirlo PERO seleccionando como impresora una llamada "PDFCreator" que estará disponible en tu sistema desde que lo instalastes.

Y eso es tó, esostó, esostodo, amig@s .

El programa es fácil de conseguir, instalar y utilizar; y proporciona unos resultados suficientemente buenos. Una utilidad así se echa en falta de cuando en cuando hasta que se tiene. Una vez que se ha tenido, ya no se puede vivir sin ella. Muy práctico. Muy recomendable para todo el mundo.

Y, como se dice en los mundos de la internés: lo bueno, si gratis, 10 veces bueno.