01 diciembre 2006

¡Bienvenido a Intrusinet, Mr.Lucas!

Situación (felizmente imaginaria) primera.-

Entras a la panadería, a por tu barra de pan. El panadero te pide que te pongas el DNI en la boca. A continuación, te pregunta si vives solo o con tu perro, y si en el colegio se te daban mejor las mates o la geografía. Hasta que no le has contestado a todas sus preguntas no te deja que le pidas la barra de pan.

Ridículo, ¿verdad?


Situación (felizmente imaginaria) segunda.-

Entras a una tienda de ropa, y te diriges hacia esa estantería donde parece haber unas camisetas bastante chulas.

- ¿Usted dónde vive? - Te pregunta un dependiente que te sale al paso.
- Eeeeeh, no, mire, oiga, que yo solo iba a mirar esas camisetas, ¿sabe?
- ¡Que le he dicho que dónde vive, coño!

Y... o le respondes o te quedas sin ver las camisetas. (¿Comprarías en una tienda así?)


Situación (desgraciadamente NO imaginaria) tercera.-

Internet. Y ya casi no es necesario concretar más, porque, desgraciadamente, en Internet, esto es el pan nuestro de cada día.

Tú llegas al típico sitio del típico informático novel (o con pocas luces) que ha aprendido a hacer formularios y que ha decidido lucir sus conocimientos... haciendo pasar por el aro a todo quisque que llega a la página, y que se ve obligado a dar los datos que al señor le venga en gana pedir.

O llegas al típico sitio del típico informático que trabaja a las órdenes del típico iluminado cuyo objetivo es conseguir (a costa de los visitantes) un montón de datos que poder poner en su excel, con gráficos a colorines, con los que poder impresionar en la próxima junta o reunión a algún otro iluminado de superior rango o jerarquía.

O...


Yo, de verdad, no alcanzo a saber qué me parece peor: si que te pidan los datos o que los des. Personalmente, soy de los que los dan. No me gusta frustrar a la gente. Así que cuando me piden un nombre, doy un nombre: Lucas Grijander, Pato Lucas, Lucas Caminacielos, Lucas Canueces, Lucas Sanlucas... Cuando me piden un email, doy un email: lucas@fistro.es, masfalsoquneurodemortadelo@estemail.es... Además, ¡qué leches! ¡Que esta penosa situación también tiene un lado positivo! Por ejemplo, yo siempre había querido ser "Arcipreste de Hita", y ahora lo soy... al menos en un buen montón de bases de datos del ciberespacio ese. Y también he podido dar rienda suelta a mi bisexualidad latente: unos días soy un hombre, otros una mujer...


Pero claro, la cosita se empieza a poner fea cuando los interfectos estos lo que te piden es un email al que te van a enviar eso que necesitas para poder darte de alta ahí donde quieres entrar. Hace ahora aproximadamente un año caí en el error, como el pardillo que soy, de dar una de mis cuentas "de verdad" para darme de alta en un servicio de estadísticas. Desde ese fatídico día, tengo que dedicar tooooodos los días un momentillo a borrar tooooodo el spam, que, agraciadamente, el Gmail me filtra bastante bien.


Para que, cuando simplemente quieres probar un servicio, puedas preservar tu intimidad o mantenerte a salvo de los spammers, tienes (entre otras) esta solución: 10 MINUTE MAIL


10 MINUTE MAIL es un servicio que te proporciona una dirección de correo aleatoria durante diez minutos (que puedes prolongar si los interfectos aquellos se retrasan en enviarte el email que andas esperando). Durante esos diez minutos todo el correo que llegue a esa dirección, te aparecerá instantáneamente en la web; y podrás leerlo, responderlo, pinchar en los enlaces... En fin, todo lo necesario para que puedas darte de alta en ese servicio que quieres probar, sin tener que comprometer para ello ninguna de tus cuentas "serias". Así de cómodo y así de sencillo.



1 comentario:

jact dijo...

Hay un plugin para Firefox, llamado Bugmenot, que nos permite loguearnos en sitios web (si alguien, antes, ha compartido sus datos de registro de ese sitio). Altamente recomendable.